Empezamos el mes de la mejor manera posible, en la playa. Nuestras vacaciones en el mar, esperadas durante todo el año por los residentes, como siempre dispuestos a disfrutar del sol, el mar y el descanso en la arena, bueno, eso del descanso es un decir, porque la verdad es que no hemos parado.
Uno de los lugares que mas ganas teníamos de ver era el Oceanográfico, ratificamos que es un lugar impresionante, su colección de animales marinos de todo tipo nos impresionó y nos dejó boquiabiertos, era difícil apartar los ojos de cada pecera viendo la maravilla que estábamos presenciando. El espectáculo de los delfines no dejó indiferente a nadie, disfrutamos de las acrobacias de estos inteligentes animales que demostraron la capacidad que tienen para seguir las indicaciones del personal de este complejo. No podíamos irnos sin visitar el Hemisférico, en el que una impresionante pantalla en el techo y unos auriculares de última generación nos hicieron sentir dentro de otro tiempo y de otro mundo. Impresionante las imágenes con las que tuvimos la sensación de participar y ser un personaje mas del documental que nos estaban proyectando. Nos despedimos del Oceanográfico viendo el exterior del edificio, una obra maestra que ninguno olvidaremos.
Como no, pasamos un día en un parque acuático donde algunos de los residentes nos demostraron su valentía atreviéndose con atracciones imposibles a la par que divertidas, los menos valientes nos conformamos con los típicos toboganes, la piscina de olas, y otras opciones un poco menos arriesgadas, de cualquier manera todos lo pasamos fenomenal.
Otra de nuestras salidas fue al parque del tren, donde después de contarnos la historia de estas máquinas nos dieron un paseo en un pequeño trenecito, nos sentimos como niños y fue una experiencia muy divertida.
Al margen de estas salidas, las vacaciones nos han sabido a poco, la playa, el sol, los juegos en la arena, los barcos de pedales, las compras en los mercadillos, los chiringuitos, las fiestas, los juegos…. hemos aprovechado bien el tiempo, hemos disfrutado de cada segundo y hemos podido conocer a residentes y monitores en sus facetas mas divertidas, ya que los concursos de chistes e interpretación y el concurso de la foto mas divertida han sacado de cada uno de nosotros el lado mas cómico.
Esperamos con impaciencia las vacaciones del año que viene que empezamos a preparar ya.
Fue un consuelo llegar y encontrarnos con el mercado medieval y su plenitud ya que hemos podido pasear por las calles abulenses viendo a sus trovadores, cómicos, rufianes, etc., todo una abanico de personajes propios de la época medieval, así como sus interpretaciones, de las que hemos disfrutado tanto como de los puestos de artesanía medieval y de la puesta en escena de este mercado en que todos los vecinos de la capital se involucran con vestuarios y decoración de fachadas y balcones.
Ahora nos queda preparar los talleres habituales para empezar el otoño y no hay manera mejor de empezarlo que con una propuesta del taller de cocina, recogida de moras para elaborar diferentes platos con este fruto que nos regala el campo. Algunas no llegan a la cocina… pero de igual modo disfrutamos de su sabor y de los largos paseos por el campo. En septiembre el programa cultural abulense es muy amplio y nos ha dado la oportunidad de participar en el Circo en la Calle, un certamen que congrega a todos aquellos que viven de este espectáculo. Las calles se han llenado de artistas circenses y hemos tenido el privilegio de verles actuar y participar de forma activa en sus representaciones. También el congreso de magia nos ha dado en las calles abulenses momentos especiales en los que los magos que actuaban a pie de calle nos hacían sentir niños por un momento, así como maravillarnos de sus trucos.
Esperamos con impaciencia el comienzo de nuestros talleres habituales con nuevas propuestas de los maestros de taller y de los monitores.